Novena parte y final.-
*Verde=Kagome - Rojo=Inuyasha - Morado=Miroku - Rosa=Sango - Azul Pálido=Shippo*
*Gris=Kikyou - Azul=Kaede - Café=Kohaku - Verde Claro=Mamá de Kagome - Azul Cielo=Souta - Azul grisáceo=Médico*
-¡¡Kagome, Kagome!!-
-Yo opino que lo mejor será llevarla a su época perdió demasiado poder espiritual.-
-Esto es por mi culpa.-*No quiero que le pase lo mismo que a Tsukiomi, ¿Por qué?*
-No es tu culpa Inuyasha, solo relájate, solo perdió algo de poder, es mejor que la lleves a donde pertenece, aya podrán hacer mucho más que nosotros.-
-Sí.-
Inuyasha toma a Kagome con mucho cuidado y la deposita en su espalda, rápidamente se dirige hacía el poso y cruza los dos mundos, llegando así a la época de Kagome. La madre de Kagome recién acababa de ir de compras y vio a Inuyasha y Kagome, se preocupo bastante.
-¿Qué paso Inuyasha, por que Kagome está así, esta pálida y sudando?-
-Perdió demasiado poder espiritual, necesitamos recostarla de inmediato.-
-Sí, sígueme.-
Rápidamente depositan a Kagome en su cama, Inuyasha estaba muy preocupado por ella, y le sostenía una mano, la apretaba con cierta dureza pero a la vez con mucha ternura, sin duda estaba muy preocupado por ella.
*¿Porqué tenía que ocurrir esto, por que? Si todo iba marchando tan bien, estaba a punto de decirle a Kagome que quería pasar el resto de mi vida junto a ella, quería empezar una vida tranquila, pero tenía que suceder esto.*
-Amigo con orejas de perro, ¿Mi hermana se pondrá bien, cierto?-
-No lo sé Souta, esperemos lo mejor.-
-Llamaré a un medico, no me agrada como está.-
-Sí, sería lo mejor, y ¡Que se de prisa!-*Kagome, por favor despierta, reacciona*
Souta sale de la pieza de Kagome, para poder llamar a un médico que ayudaría a Kagome.
-Inu…yasha.-
-Kagome, ¡Kagome!, descansa no te esfuerces.-
-¿Dónde estoy?-
-En tu época Kagome.-
-Por eso me parecía familiar esto tan cómodo.-
-¿Estás bien?-
-Creo, pero me siento cansada.-
-Duerme Kagome, será lo mejor.-
-Pero antes.-
-¿Qué pasa?-
-¿Cuál era tu decisión con respecto a la perla Inuyasha?-
-Yo… yo…-
-Inuyasha, tu mano.-
-Lo siento, lo siento.- (Suelta mano a Kagome)
-No te preocupes.- (Kagome sonríe, y le toma nuevamente la mano a Inuyasha)
-Bueno, yo…-
Repentinamente llega Souta con un médico. Y Kagome suelta inmediatamente la mano de Inuyasha.
-¡Souta!-
-Hermana, ¡estas despierta!-
-Sí, pero me siento cansadísima.-
-Bueno señorita Higurashi, la examinaremos.-
Después de un buen rato que el médico examino a Kagome, Inuyasha estaba sorprendido, pues nunca había visto tales materiales, igualmente se mantuvo distante, por su condición.
-Bueno señorita Higurashi, lo suyo no es tan grabe, solo necesita reposo, ha perdido muchas energías, solo necesita recuperarlas con un buen descanso, igualmente le recetare algunas medicinas que permiten dar más energías.-
-Gracias doctor se lo agradezco bastante.- (Kagome tose)
-Bueno doctor lo acompaño a la puerta.-
El médico sale con Souta del cuarto de Kagome.
-Ves Inuyasha, estoy bien, solo necesito recuperar energías, eso es todo.-
-Que bueno que sea eso Kagome, de verdad me siento muy aliviado de saber eso.-
-Pero oye, dime ahora, ¿Qué decisión tomaste?-
-Bueno la verdad.- (Inuyasha no pudo contener ponerse rojo y mirar en otra dirección)- Pues, yo…-
-Habla de una vez por todas Inuyasha, que me pones nerviosa, y…-
Al decir esto último algo sintió Kagome, algo muy fuerte, que fue como una apuñalada en el corazón.
-Kagome que sucede, contéstame, ¡Kagome!-
-Inuyasha, nunca te rindas, aunque te falte, lo que te falte, continua.-
-¿Qué te pasa Kagome, por que me dices eso? ¡Kagome!-
Esas fueron las últimas palabras pronunciadas por la chica, aquella muchacha de 15 años que había cruzado la barrera del tiempo, y había viajado a la época antigua, ese fue el fin de esta historia, pero el principio de muchas más, pero que no se compararan jamás con todo lo que vivió Inuyasha a su lado.
Sosteniendo el cadáver de la chica, Inuyasha la abraza.
-Yo quería vivir mi vida junto a ti, convertirme en un humano completo para estar contigo, lo siento Kagome, siento haberte hecho sufrir tanto.-
Lagrimas brotaban de sus ojos, ojos que miraron el horizonte más de alguna vez desde aquel día, mirando aquel pozo, por si en una de esas esa chica, Kagome Higurashi volvía a atravesar la barrera de los dos mundos y aparecería frente a el como de costumbre, pero no sucedió, no sucedió nunca más.
*Fin*
1 comentarios:
wau q final tan crudo supongo que no todos los finales pueden ser felices
te quedo genial sigue así tienes un talento jejeje.
Saludos!!!
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