Hoy, por fin volvió eso de mi que creí haber perdido, la inspiración para poder seguir escribiendo en estas páginas, quizás sea la emoción, ansiedad o el nerviosismo de que este sea el último año escolar, y por ende el último año para flojear y para dedicarme a lo que siempre me gustó hacer, nada. Se acabaron los consentimientos de mamá y papá, se acabó la indiferencia a los problemas, ya que ahora seré partícipe al 100% de lo que ocurre el día a día, seré parte de aquel ajetreado día y parte también de los adultos de este país. Sinceramente no quiero que este año termine, y es en ese tema en el cual me quiero enfocar hoy en día. Hoy camino a casa me pregunté si acaso todos los jóvenes que pasan por esta etapa tienen las mismas dudas que yo, si acaso quieren salir lo más rápido o por otro lado quieren quedarse y seguir siendo los niños felices que corrían sin preocupaciones, lo más probable es que obtenga ambas. Debo confesar que en un principio lo único que quería era salir del colegio para ya no estudiar más aquello que no me gustaba y dedicarme plenamente a lo que yo quería ser en el futuro, pero ahora que estoy en mi último año he cambiado de parecer, pienso que entre más grande tendré más responsabilidades, que por supuesto antes no poseía, y por ende deber hacer más cosas por mi misma, sola, y creo que ahí va mi mayor temor, el estar enfrentándome a un mundo de adultos sola, sola en el sentido de estar sin el apoyo de mis padres ni de nadie que este en sima tuyo diciéndote: "¡estudia!", sino que por uno mismo hay que esforzarse y ahí es cuando uno se da cuenta que todo lo que ha hecho en este tiempo es para uno, y no para los padres, cuando te decían que fueras al colegio aunque tu no quisieras y tantas otras cosas que cuando pequeños las encontrábamos exasperantes, pero te das cuenta cuando creces que lo hacen porque de verdad quieren ayudarte, no así en el mundo adulto, porque ahí el que tu seas mejor o peor lo haces tu mismo, una sociedad bastante individualista pero que le vamos a hacer.

Perdón si no escribo muy seguido, pero tengo un sin fin de ideas en la cabeza que no puedo sintetizar con mucha claridad, y menos aún si se mezclan con este tipo de sentimientos: la ansiedad, el nerviosismo y la emoción.