Me gusta, así, sin más que decir, un tema extraordinario que entrega mucho, pero que no todos saben apreciar con claridad. Es un mundo de conocimiento constante y aprendizaje frecuente, en el que te insertas progresivamente tratando de encontrarle una respuesta a un montón de fenómenos que ocurren en el día a día, fenómenos que no estamos viendo con claridad, que no percibimos de la manera adecuada, fenómenos que nos desorientan y nos llevan a olvidarnos de lo esencial. La filosofía ayuda a tratar de superar estos fenómenos (así es como he querido llamar a los hechos que nos ocurren) para que día a día podamos estar más plenamente, aunque nos cueste al principio, como todo en la vida, algo que se aprende con el tiempo, algo con lo que podrás comenzar a pensar, una herramienta con la que podrás decidir todo lo que quieras, ya que muchas veces por no tomar en cuenta ciertos aspectos de la vida y no seguir lo que de verdad quieres, pierdes las oportunidades que ésta te da.

La filosofía, un estudio que para mi es mucho más que un simple ramo en el colegio, es un estilo de vida, es el como poder sobrellevar varios aspectos, es aquel que deja fluir mi mente para poder escribir todo lo que lees en estas páginas.